Entre los distintos aspectos que toda empresa o industria debe tener en cuenta nos encontramos con el desarrollo y la optimización del proceso productivo. Para poder lograr ambas tareas de forma eficiente y con efectividad es trascendental tener en claro de qué estamos hablando y en qué consiste específicamente un proceso de producción. En el artículo de hoy ahondaremos sobre esta cuestión y hablaremos sobre las distintas etapas del mismo. ¡A tomar nota!
¿Qué es un proceso productivo?
Antes de adentrarnos en los distintos momentos que debe experimentar todo proceso productivo para ser eficiente comencemos por definir a qué nos referimos cuando hablamos de esto: un proceso productivo o de producción es un conjunto de actividades que se encuentran orientadas a transformar recursos en bienes o servicios para satisfacer la demanda de mercado y obtener ganancias.
Etapas del proceso de producción
Para comprender de manera acabada lo que es y cómo funciona un proceso de producción es importante profundizar sobre las distintas etapas que atraviesa. Veámoslas a continuación:
Etapa de análisis
Esta primera etapa también se suele llamar de “acopio” y consiste en reunir las materias primas que posteriormente se usarán para fabricar los productos. En esta fase el foco debe ponerse en conseguir la mayor cantidad de materia prima posible al menor costo. Además también se fijan objetivos de producción que la empresa o industria desea alcanzar en este primer momento del proceso.
Etapa de síntesis
En esta segunda etapa se transforman las materias primas en el producto real que la empresa luego ofrecerá al público. Aquí se trabaja sobre los estándares de calidad y para que se obtengan los resultados deseados por la industria es fundamental que se observe constantemente el entorno y establecer planes de acción para cada momento de trabajo y poder así cubrir todas las circunstancias potenciales.
Etapa de acondicionamiento
Finalmente la tercera etapa se enfoca en adaptar el producto para su comercialización. En este momento se definen cuestiones de almacén, transporte y cuestiones abstractas que hacen al valor final del producto comercializado. En esta última etapa también se realizan los controles para verificar si se han cumplido los objetivos fijados al principio del proceso.